Creo que es en De Peña Pobre donde Cintio Vitier, hablando de los primeros tiempos de la Revolución, afirma que Fidel le tomaba el pulso a ese gigantesco organismo que es la masa liberada. Ahora, cuando el ciclo de Castro se está cerrando, Norberto Fuentes afirma, en reciente entrevista al diario El País, que es él quien mejor le ha tomado el pulso al Comandante. Su cercanía a Castro, su conocimiento de su manera de pensar, lo convierten en la persona más indicada para contar las peripecias del Comandante.
Pero Fuentes cae en una contradicción de la que no parece ser conciente: por un lado, dice evadir en su Autobiografía de Fidel Castro "los lugares comunes” que no ven en él más que “un dictador, un asesino con las manos manchadas de sangre”, para intentar “entender un fenómeno, una fuerza de la naturaleza, que existe, que está ahí, que quedará permanentemente en la historia"; por el otro, su identificación con Castro, que va más allá de esa primera persona adoptada en su libro, no le permite, evidentemente, la mínima distancia requerida para comprender ese “fenómeno”.
Preguntado por la admiración que muestra hacia su personaje, responde: “Si hay admiración, es la admiración que él mismo se tiene. Y además con toda razón. Él puede tenerse toda la admiración que quiera.” Preguntado por los vicios, ofrece esta insólita contestación: “Tiene muchos, pero él mismo le diría: ¿por qué mirar las manchas del sol? No vamos a valorar a Fidel Castro por sus vicios, sino por sus virtudes, por lo que ha sido su obra personal como gobernante.” Quien habla aquí es, pues, siempre Fidel Castro: alguien que ha matado porque la Revolución se lo ha pedido; un ser capaz de afirmar, sin asomo de ironía, que “Somos hoy una potencia política, Cuba cuenta en todos los foros y nadie nos puede pasar por alto”.
Tal parece que, fascinado desde siempre por la violencia revolucionaria, Fuentes intuye que su gloria literaria depende de la grandeza de su objeto. Por ello insiste en ver epopeya donde hay comedia, personaje homérico donde hay uno becketiano. Por ello se resiste a reconocer que Castro, humillado cuando la crisis de los misiles, plantó cara a la Unión Soviética en los sesenta hasta que, habiendo destrozado la economía con sus delirios agropecuarios, tuvo que entrar por el aro; y que el anciano valetudinario y delirante que hoy se empeña en que su voz de ultratumba siga siendo la única que se oiga en la Isla arruinada, se parece más al ridículo dictador descrito por García Marquéz que al revolucionario victorioso que en su Autobiografía nos lega "la intrascendencia".
8 comentarios:
Comparto tu observación, Duanel, y para no repetirme, remito a mi comentario que inserté en el Blog "Penúltimos días" ayer, a propósito de la aparición de la impúdica entrevista con NF publicada en El País. Saludos.
Yeah! Al fin quitaste la foto en la que te parecías a un "boina roja". Je je je!
Hay que atraer a los lectores, no? Y seguir las recomendaciones de los buenos lectores, je, je.
muy bien Duanel con la foto: a partir de ahora no bajes la guardia: ataca a los Vitier, a Lichi Diego, a la Fina et al (y nada de defensas de la reinita ni de las boberías de los nombres y los muñequitos rusos)
norberto fuentes parece la narcisista viuda de fidel castro.
pronto se le pasará, y escribirá otras cosas que no sean los sanguinolentos secretos de alcoba.
fuentes quiere ser mitad papparazzi, mitad ayudante del llanero solitario.
pero tuvo, parece, platea baja en parte de la historia de cuba, y ahora hay que esperar a que se saque esos chorizos biográficos.
Eh! no sean burros, que no les ciegue el odio. NF es una fuente viva de información desconocida por la mayoría de los mortales y mientras no tengamos acceso a los archivos del Coma-andante nos hacen falta estos adelantos, aunque no sepamos cuanto de chisme hay en ellos.
Por otra parte yo recuerdo que NF no era un mal escritor y me parece que Hemingway en Cuba fue un buen libro por ejemplo.
Por cierto, hablando de chismes y de NF en la Habana me enteré que se llevó algunas cosas del museo Hemingway en San Francisco de Paula, y aunque es un chisme porque no es nada oficial, me lo dijo un ex-combatiente de la sierra que tiene amistad con la directora del museo.
Oigan, que los traidores también son útiles.
Además que esa relación de "te odio pero te quiero" es esencial para entender la Cuba actual y es el patrón de conducta de mucha gente de esa generación, aunque cada vez menos en las más jóvenes.
Mejor estudien al personaje, que parece ser interesante por él mismo y por lo que cuenta.
En cuanto a lo de la foto, creo que voy a colgar en mi blog una de Brad Pitt o de Leonardo di Caprio. Na, pa atraer lectoras.
Puede ser, Infortunato Liborio, pero la Autobiografía con sus miles de páginas que se la dispare otro, porque lo que es yo... Por lo que he leído de él (los cuentos de Condenados de Condado), Norberto Fuentes no es tan buen escritor, me parecen mejores los de Jesús Díaz y Benítez Rojo de la época.
"Les hablo de la mejor época. La que se añora. Yo fui corresponsal de esa campaña. Un corresponsal que me convertiría en fiscal para entrevistar a los bandidos, y también podía ser miembro de un pelotón de fusilamientos. Quiero decir, de esa campaña que para mí fue una fiesta, aunque extraña. Una fiesta leninista." Cazabandidos, de Norberto Fuentes.
Duanel, quién así escribe seguirá siendo siempre lo que fue.
Su adulación a Fidel, le hace ser el Patroclo de su Aquiles; NF escribe:"con la soberbia estatura de ascendencia gallega y con las dos pelotas de sus enormes testículos perfectamente marcados en sus pantalones de campaña".
Al respeto conque lo acogió el exilio él ha respondido con el denuesto del servilismo a su amado líder.
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